14.9.18

Las bombas españolas no tienen efectos secundarios

Es tranquilizador que a la sociedad nos traten como a imbéciles, eso nos hace sufrir mucho menos, ser más felices a costa de que nos mientan. Es simpático ver como en el siglo XXI todavía disfrazan la verdad para no darnos disgustos. Ahora ha sido Borrell advirtiendo que las 400 bombas que vendemos a Arabia Saudí no van a producir efectos colaterales, que es tanto como decir que son muy eficaces y que solo matarán allí donde caigan. Un alivio. Las bombas son para matar y destruir, no sirven para hacer paella ni para fabricar escuelas.

Todo nos lo quieren disfrazar por nuestra tranquilidad. Sería más lógico y adulto que se nos dijera que las bombas hay que venderlas, sabiendo que van a matar, porque necesitamos dinero para hacer funcionar España. Y que parte de nuestra industria nacional sirve para eso, para matar. Pero eso igual nos hacía sentirnos mal como españoles de bandera. Mejor así, que se nos trate como a niños, que al fin, es lo que parecemos ser como grupo social.

12.9.18

Mingote y el año 1975 con Ingrid

Desde el verano del año 1975 y en homenaje al turismo de aquella época, a Mingote y a las aperturas que parecían llegar y que nunca llegaron del todo, os dejo esta viñeta publicada creo en ABC y El Noticiero.

5.9.18

Nos quedamos sin políticos válidos, pues huyen


Que el político Xavier Domènech decida abandonar la política es un síntoma de una enfermedad social a la que no le estamos prestando ninguna atención. Bien, no pasa nada, todavía no es tan grave. No sirve de mucho advertir del empobrecimiento de la política cuando son muchos más los que jalean que sin políticos nos iría mucho mejor. Son curiosamente lerdos estos, pues no se dan cuenta de que nunca se deja de estar rodeados de políticos. Ni en las dictaduras más duras. 

Siempre hay políticos mandando y gestionando. Lo único que cambia es su calidad social, intelectual, de ánimo o de ganas de joder. Si expulsamos a los políticos actuales vendrán otros. Pero lo que es seguro es que los mejores de la sociedad no desearán ser políticos. Ninguno. Y sí, sin duda, hay muchas posibilidades de que sean MUCHO peores que los actuales. Pero MUCHO peores. No sucede nada, es lo que en realidad queremos ¿no?

2.9.18

La Organización de Izquierda Comunista en Aragón

La Organización de Izquierda Comunista (OIC) fue uno de los numerosos grupos de izquierda revolucionaria que surgieron durante la dictadura franquista y que pudieron empezar a manifestarse con una cierta libertad a finales de 1976, principios de 1977.

La OIC adoptó esa denominación en octubre de 1974, tras fusionarse con un grupo vasco, pero llevaba ya varios años funcionando básicamente en Catalunya con el nombre de Círculos Obreros Comunistas. Del resto de fuerzas del mismo sector político le distinguía que no se adhería a ninguna de las corrientes preponderantes del momento, caracterizándose por un cierto eclecticismo cercano al consejismo y a la defensa de la asamblea obrera.

En las elecciones generales de 1977 participa junto a la Liga Comunista Revolucionaria y otros grupos menores en el Frente por la Unidad de los Trabajadores, con escaso éxito. Tras esa experiencia fallida iniciará un acercamiento progresivo hacia el Movimiento Comunista (MC), no exento de disensiones internas y salidas de grupos de militantes. La unificación entre ambos grupos, que en realidad supuso la absorción de la OIC por el MC, se produjo en febrero de 1979, en las semanas previas a las elecciones generales del 1 de marzo.

La presencia de este grupo en Aragón se remonta a los orígenes de los Círculos Obreros Comunistas, aunque nunca destacó por su fuerza. En las elecciones de 1977 la candidatura de la FUT fue rechazada por la Junta Electoral

Cabe significar que la concejala que obtuvo en Huesca el MC en las elecciones municipales de 1979, Marisol Punzano, procedía de la OIC y se había curtido en la lucha vecinal desde la Asociación de Vecinos del Perpetuo Socorro.

La única pegatina de la OIC editada en nuestra tierra que conocemos es esta que os dejamos arroba, de las Juventudes de Izquierda Comunista y con un lema que se ha seguido utilizando para intentar la unidad de la juventud de izqueirdas.

Nota.: La imagen pertenece al Archivo Tiempos de Lucha y Esperanza y en el texto ha colaborado Manuel Gálvez